La violencia sexual
no se detiene. Y es que en el Perú, cada día 10 adolescentes entre los 12 y 17
años y señoritas estudiantes de 16 a 22 años son violadas, de acuerdo a las
últimas cifras de la Policía Nacional del Perú. Estas son solo las denuncias
durante el 2018, por lo que se estima que la cifra podría aumentar con los
casos que nunca son denunciados. Se registra un
total de 3,767 denuncias efectuadas en el 2018, principalmente en la región
Lima (1,191), la cual registra un aumento en más del 48% frente al 2017. Le
siguen las regiones Arequipa (264), Cusco (244), Junín (232), Lambayeque (189),
La Libertad (168), y Cajamarca (148). Además, hay 874 casos de niñas entre los
0 y 11 años.
De acuerdo a la
Asociación de Comunicadores Sociales Calandria, la mayoría de embarazos en
adolescentes están relacionados con actos de violaciones recurrentes, ocurridos
principalmente en el ambiente intrafamiliar, donde el agresor en la mayoría de
los casos es un familiar o una persona conocida por la víctima.
En ese sentido, en
conmemoración del “Día de la no agresión contra niños, niñas, y adolescentes”
que se recordó el pasado 4 de junio, la institución hace notar que el Estado,
las familias y la sociedad aún fallan en la prevención de la violencia sexual
hacia las niñas y las adolescentes.
En esta fecha, es
importante recordar la importancia de la implementación y fortalecimiento del
acceso a los servicios integrales de salud sexual y reproductiva para las niñas
y adolescentes, los cuales deben incluir programas de educación, prevención y
atención integral a víctimas de violencia sexual.
Además, se debe
fortalecer las escuelas para padres y madres para que ayuden a reforzar su
conocimiento sobre este problema de salud pública en nuestro país y su rol como
protectores de la salud y los derechos de sus niñas y adolescentes.
ESTRATEGIAS
Los violadores utilizan
diversas estrategias para ganarse a las jóvenes y adolescentes, siendo las
redes sociales como Facebook, Instagram, WhatsApp y otras redes como las
principales armas.
También centros de
diversión, “academias” donde “enseñan teatro, canto, pasarelas y bailes” son
otras formas de cómo se atraen a las jóvenes, que luego que son ganadas por
medio de la amistad, vienes las relaciones personales como paseos, fiestas, ver
películas y otras reuniones sociales que a propósito son organizadas con la
finalidad de escoger a las posibles víctimas.
La Policía Nacional hace un
llamado a los padres para que sean más responsables en la crianza de sus hijas
y no dejarlas solas o al libre albedrío de ellas.
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